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Mundo

11 de septiembre: a 24 años del atentado a las Torres Gemelas y la foto más recordada

El rostro de una tragedia: la historia del "hombre que cae" del 11 de Septiembre.

Por Mauro Cannizzo
Hace 4 horas

El 11 de septiembre de 2001, el mundo presenció con horror el atentado a las Torres Gemelas en Nueva York. Entre las miles de imágenes que capturaron la tragedia, una de las más impactantes es la conocida como "The Falling Man" ("el hombre que cae"), una fotografía que muestra a un hombre en pleno vuelo hacia el vacío. La revista Time conversó con el fotógrafo Richard Drew, autor de la icónica imagen, quien compartió la historia detrás de este desgarrador retrato de la desesperación.

Drew relató que ese día tomó el metro hasta la estación más cercana al World Trade Center. Al salir, se encontró de inmediato con el humo que emanaba de las dos torres. Al notar que algunas personas se lanzaban desde las ventanas de los pisos incendiados, sacó su cámara por instinto y comenzó a tomar fotos. Entre ellas, capturó la imagen que se convertiría en un símbolo de la tragedia humana de ese día. La identidad del hombre nunca fue declarada oficialmente, pero se sabe que la foto fue tomada en la Torre Norte a las 9:41 de la mañana.

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La imagen plantea una dolorosa realidad: la imposibilidad de identificar a los cientos de personas que murieron al verse forzadas a saltar. Ellen Borakove, vocera de la Oficina del Forense de Nueva York, declaró en 2005 a The Washington Post que se agotaron todas las posibilidades tecnológicas para identificar los restos. A diferencia de un suicidio, las víctimas que se lanzaron fueron declaradas muertas por un trauma contundente, causado por homicidio.

El mundo recuerda el atentado a las Torres Gemelas

La identidad del "hombre que cae" ha sido objeto de varias teorías. Una de ellas sugirió que podría ser Norberto Hernández, un chef del restaurante "Windows of the World" en el piso 106 de la Torre Norte. Aunque su familia inicialmente estuvo de acuerdo, una revisión minuciosa de la ropa en la fotografía generó dudas. El periodista Tom Junod fue el primero en nombrar la fotografía en un artículo de la revista Esquire en septiembre de 2003, donde identificó a la víctima como Jonathan Briley, un técnico de audio de 43 años que trabajaba en el mismo restaurante.

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Jonathan Briley era un técnico de audio en el restaurante "Ventanas al Mundo" y medía más de seis pies y medio. El FBI llamó al padre de Briley, un pastor, para notificarle que habían encontrado el cuerpo de su hijo, que, "milagrosamente", estaba intacto. El hermano menor de Jonathan, Timothy, lo reconoció por sus zapatos: unas botas negras altas. Timothy le quitó una de las botas y se la llevó a casa como recuerdo. La historia de Jonathan Briley se ha convertido en un testimonio personal de la devastación del 11 de septiembre y de cómo los seres humanos se aferran a los recuerdos en medio de una tragedia.

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