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Comunidad > Reservas de agua

Charla en la UNSJ alertó sobre riesgos de modificar la Ley de Glaciares

Una charla debate en la UNSJ puso el foco en la defensa de la Ley de Glaciares y los riesgos hídricos que implicaría su modificación.

Hace 8 horas

En el Aula 5 de la Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ) fue escenario de una charla debate centrada en la importancia de la Ley de Glaciares y en las consecuencias que podría traer una eventual modificación de la norma. La actividad reunió a referentes de asambleas socioambientales, especialistas y estudiantes, en un contexto marcado por la preocupación ante la intención del Gobierno nacional de avanzar sobre la legislación vigente.

La jornada fue organizada por la Asamblea Agüita Pura para San Juan, que desde que se conoció la propuesta de modificar la ley viene desarrollando acciones de concientización para alertar a la comunidad sobre los riesgos que esto implicaría para las reservas hídricas de la provincia.

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“La ley se debe cumplir, no modificar”

Bajo la consigna “La Ley de Glaciares se debe cumplir, no modificar”, la apertura y moderación estuvo a cargo de Camila Castillo, Técnica Superior en Manejo y Conservación de Áreas Protegidas. Como expositores participaron Saúl Zeballos, de la Asamblea Jáchal No Se Toca; el doctor Juan Pablo Milana, investigador principal del Conicet y doctor en glaciología de la UNSJ; Raúl Orduña, abogado ambientalista; y Milagros Álamo, estudiante avanzada del Profesorado y la Licenciatura en Filosofía.

Desde el inicio, el eje del debate giró en torno al rol estratégico que cumplen los glaciares y el ambiente periglaciar en la regulación del agua en San Juan, una de las provincias con mayor déficit hídrico del país.

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Denuncias, minería y riesgo hídrico

La primera disertación estuvo a cargo de Saúl Zeballos, quien repasó las acciones y denuncias que desde hace años viene realizando la Asamblea Jáchal No Se Toca frente a las irregularidades que, según denunció, afectan a los glaciares, las áreas protegidas de la cordillera y la calidad del agua de los ríos del norte sanjuanino.

“Si los proyectos mineros que se proyectan en San Juan, como Vicuña, Pachón, Los Azules y otros, se desarrollan en la cordillera, van a desaparecer los glaciares de escombros y con ello se va a modificar todo el ecosistema hídrico de la provincia”, advirtió Zeballos ante un auditorio colmado.

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Glaciares de roca: reservas que quieren invisibilizar

Zeballos y Milana utilizaron imágenes satelitales y gráficos para explicar el funcionamiento de los glaciares y su aporte fundamental a las cuencas de los ríos Jáchal y San Juan. En particular, hicieron hincapié en los glaciares de escombro ubicados en zonas cercanas a los emprendimientos mineros, que quedarían desprotegidos ante un cambio en la ley.

“El problema es luchar contra la mentira que se quiere imponer de que los glaciares de roca no son reservas hídricas”, señaló Milana en diálogo con DIARIO HUARPE. Y agregó: “Es una mentira que se intenta instalar con técnicos que ni siquiera son especialistas y que responden al poder económico”.

El investigador remarcó que, gracias a estudios realizados hace dos décadas, hoy se sabe que San Juan es la tercera provincia del país con mayor superficie glaciar. “Gracias a esos glaciares tenemos agua. No pueden decir que no son importantes. Son fundamentales y hay que protegerlos”, enfatizó.

El agua como derecho y responsabilidad colectiva

Durante el encuentro también se escucharon voces que apelaron a la responsabilidad social y política frente al avance sobre la Ley de Glaciares. Juan Godoy sostuvo que la principal esperanza para frenar una modificación regresiva está en la conciencia ciudadana. “Todos los días abrimos la canilla y el agua sale. Si no nos unimos para defender ese derecho, va a ser vulnerado”, advirtió.

En la misma línea, la ingeniera agrónoma Claudia Cantoni consideró que este es el momento oportuno para dar la discusión. “El agua de San Juan depende de nuestros glaciares y del ambiente periglaciar. Con información y con la gente en la calle, esto se puede revertir”, afirmó.

Presupuestos mínimos y generaciones futuras

El cierre estuvo marcado por el análisis filosófico y legal de la Ley. Milagros Álamo habló sobre el rol de la Universidad y de la ciencia al servicio de quienes, y Raúl Orduña, recordó que la Ley de Glaciares es una ley de presupuestos mínimos.

“De ese piso no se puede bajar. La ley no se puede degradar”, subrayó.

Tanto Orduña como Álamo plantearon una pregunta central que puede utilizarse como disparador de análisis: “¿Se quiere modificar la ley para proteger o para liberar?”.

El encuentro dejó en claro que la discusión sobre la Ley de Glaciares no es técnica ni abstracta: es una disputa directa por el presente y el futuro del agua en San Juan.

“Tenemos responsabilidades transgeneracionales”, dijo Orduña. “El ambiente no es propiedad solo de los que vivimos en este presente, también es de quienes vienen después, y más cuando hablamos de un bien esencial como el agua”.

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