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Compró una Ferrari y se le incendió en su primer viaje
Un hombre en Reino Unido vio como su sueño se convertía en pesadilla cuando su Ferrari se prendió fuego minutos después de sacarlo del concesionario. Las impactantes imágenes del vehículo destruido se viralizaron en redes sociales.
POR REDACCIÓN
Lo que debía ser el inicio de una nueva etapa marcada por el éxito y la recompensa al esfuerzo, terminó en una escena devastadora. Un hombre británico, que había ahorrado durante 10 años para comprarse un Ferrari, vio como su flamante auto de lujo se incendiaba en plena calle minutos después de su primera salida.
El hecho ocurrió en la localidad de Penwortham, en el condado de Lancashire, Inglaterra. El conductor, cuya identidad no fue revelada, acababa de adquirir el vehículo y decidió dar su primer paseo para celebrarlo. Pero la alegría duró muy poco. Mientras circulaba por una calle de la zona, notó que del motor comenzaba a salir humo. Detuvo el auto de inmediato y logró salir por sus propios medios. En cuestión de segundos, el Ferrari fue completamente consumido por las llamas.
Testigos del incidente relataron que los bomberos llegaron con rapidez, pero el fuego se propagó a tal velocidad que fue imposible evitar la destrucción total del vehículo. Por fortuna, el conductor resultó ileso, aunque sufrió la pérdida absoluta de un auto que representaba una década de trabajo, esfuerzo y sacrificio.
Las imágenes del Ferrari calcinado, con el chasis retorcido, restos de metal derretido y una densa columna de humo, se viralizaron rápidamente en redes sociales. Algunos curiosos incluso se acercaron a tomarse fotos junto a los restos del vehículo, generando todo tipo de reacciones en internet, desde el asombro hasta la empatía por el desafortunado propietario.
Por el momento, no se conocen las causas exactas del incendio. Las autoridades locales investigan un posible fallo mecánico o eléctrico, aunque aún no se ha emitido un informe oficial.
El automóvil tenía solo unos minutos de uso cuando ocurrió el siniestro. El propietario, que durante años ahorró meticulosamente para cumplir su sueño de tener un Ferrari, ahora enfrenta la amarga realidad de haberlo perdido sin siquiera haber llegado a disfrutarlo. Un golpe emocional y económico que, sin dudas, deja una lección sobre la fragilidad de los momentos más deseados.