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Trump calificó al fentanilo como arma de destrucción masiva y anunció nuevas medidas
El presidente de Estados Unidos firmó una orden ejecutiva que redefine al fentanilo ilícito y a sus precursores como un arma de destrucción masiva.
POR REDACCIÓN
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva que declara al fentanilo y a sus principales sustancias químicas precursoras como un “arma de destrucción masiva”, al considerar que su impacto social y sanitario lo asemeja más a un arma química que a un narcótico convencional.
En el texto difundido por el Gobierno estadounidense, Trump afirmó que “cientos de miles de estadounidenses han muerto por sobredosis de fentanilo”, y ordenó al Departamento de Justicia iniciar de manera inmediata investigaciones y procesos judiciales vinculados al tráfico, producción y distribución de esta sustancia.
La disposición también contempla que los Departamentos de Defensa y de Justicia evalúen el uso de recursos militares para apoyar los esfuerzos de aplicación de la ley dentro del territorio estadounidense, una posibilidad que marca un endurecimiento significativo de la política antidrogas del país.
La crisis del fentanilo en Estados Unidos
La expansión del fentanilo ilícito se convirtió en una de las principales crisis de salud pública de Estados Unidos. Aunque el opioide sintético tiene usos médicos legítimos bajo estrictos controles, su fabricación clandestina y su distribución ilegal provocaron una ola de sobredosis en numerosos estados.
Según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el fentanilo está presente en la mayoría de las muertes por opioides registradas en los últimos años. A su vez, el Instituto Nacional de Abuso de Drogas (NIDA) informó que las muertes relacionadas con opioides sintéticos distintos de la metadona descendieron levemente, de 73.838 casos en 2022 a 72.776 en 2023, aunque continúan en niveles históricamente elevados.
Posible giro en la política sobre marihuana
En paralelo a la ofensiva contra el fentanilo, Trump señaló que su administración analiza “muy seriamente” la firma de otra orden ejecutiva para reclasificar la marihuana dentro de la legislación federal. El cambio implicaría bajar su nivel de peligrosidad, reconociendo usos médicos aceptados.
Actualmente, el cannabis está catalogado como una sustancia de tipo I, la categoría más restrictiva, reservada para drogas sin uso médico reconocido y con alto potencial de abuso. Una eventual reclasificación permitiría flexibilizar las restricciones, facilitar la investigación científica y ampliar el acceso regulado con fines terapéuticos, lo que marcaría un giro relevante en la política nacional sobre drogas.