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El brutal asesinato del capitán Viola y su hija: un crimen de lesa humanidad reconocido por el Gobierno
El gobierno de Javier Milei reconoció que el atentado perpetrado hace 50 años contra el capitán Humberto Viola y su hija de tres años será considerado un crimen de lesa humanidad, lo que podría permitir la reapertura de la investigación judicial.
POR REDACCIÓN
El 1.º de diciembre de 1974, un brutal atentado acabó con la vida del capitán Humberto Viola y su hija María Cristina, de apenas tres años. Este asesinato, cometido por el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), dejó una huella imborrable en la historia de Argentina y en la familia Viola. A lo largo de las décadas, la viuda del capitán, María Cristina “Maby” Picón, luchó incansablemente por la justicia, enfrentando un sistema judicial que no consideró este crimen como un delito de lesa humanidad. Sin embargo, el reciente reconocimiento por parte del gobierno de Javier Milei podría dar un giro al caso y permitir la reapertura de la causa.
La tragedia ocurrió durante una mañana de domingo, cuando el capitán Viola, su esposa María Cristina, embarazada de cinco meses, y sus hijas, María Cristina y María Fernanda, se dirigían hacia la casa de los abuelos en Tucumán. La familia no sabía que ese día cambiaría sus vidas para siempre.
El ERP, ya involucrado en diversos asesinatos de militares, marcó al capitán Viola como un objetivo. A pesar de que Viola intentó tranquilizar a su esposa, asegurándole que las familias no serían atacadas, el grupo terrorista no dudó en emboscar a la familia en la entrada de su hogar. El ataque fue devastador: Viola recibió varios disparos y fue rematado con un tiro en la cabeza, mientras que su hija de tres años también fue asesinada en el atentado. Su otra hija, María Fernanda, quedó gravemente herida y sufrió secuelas de por vida.
Durante años, María Cristina Picón luchó para que se reconociera el asesinato de su esposo y su hija como un crimen de lesa humanidad. En 2008, la justicia rechazó su pedido de reapertura de la causa, pero la viuda no se rindió. En 2016, apeló a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, buscando que se hiciera justicia con el asesinato de su familia. Sin embargo, el gobierno de Alberto Fernández se pronunció en 2016 señalando que no se trataba de un crimen de lesa humanidad.
Finalmente, el gobierno de Javier Milei dio un giro significativo al anunciar que presentará este caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para reconocer el atentado como un crimen de lesa humanidad. Este reconocimiento podría abrir la puerta para la reapertura de la investigación judicial y dar un paso importante hacia la justicia para las víctimas.
El asesinato del capitán Viola y su hija fue uno de los factores que impulsó la implementación del Decreto 261/75, conocido como el Operativo Independencia, que buscaba combatir la guerrilla en Tucumán. La tragedia también marcó el comienzo de una dura etapa en la historia de Argentina, caracterizada por el accionar represivo del gobierno de facto y la violación de derechos humanos en el contexto de la llamada "lucha contra la subversión".
María Cristina Picón, quien falleció en junio de 2021 a los 73 años, vivió su vida llevando la pesada carga del dolor, pero también buscando la paz. A pesar de la tragedia, siempre mantuvo una actitud de perdón hacia los asesinos de su familia. En su casa, guardaba innumerables recuerdos de su hija fallecida y llevaba tatuadas unas alas en su mano, un símbolo que, según ella, le permitía seguir viendo a su niña.
La lucha de María Cristina por justicia y la reciente decisión del gobierno de reconocer el atentado como un crimen de lesa humanidad constituyen un paso importante en el camino hacia la reparación histórica de las víctimas del terrorismo de Estado y de los crímenes cometidos durante la guerra sucia en Argentina.