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Estudio revela que la mala calidad del sueño acelera el envejecimiento cerebral
Investigadores del Instituto Karolinska analizaron imágenes cerebrales de 27.500 adultos y hallaron que dormir mal puede aumentar la edad biológica del cerebro y favorecer el deterioro cognitivo.
POR REDACCIÓN
Un estudio reciente publicado en eBioMedicine por el Instituto Karolinska examinó imágenes cerebrales de 27.500 adultos y encontró que la falta de sueño está asociada con un envejecimiento cerebral acelerado.
Utilizando técnicas de aprendizaje automático, el equipo estimó la edad biológica del cerebro a partir de más de mil fenotipos obtenidos mediante resonancia magnética. Los participantes, provenientes del Biobanco del Reino Unido, fueron evaluados según cinco dimensiones autodeclaradas del sueño: cronotipo, duración, insomnio, ronquidos y somnolencia diurna. Según estos factores, se clasificaron en tres grupos: sueño saludable, intermedio y deficiente.
La investigadora principal, Abigail Dove, explicó que “la diferencia entre la edad cerebral y la edad cronológica se amplió en aproximadamente seis meses por cada punto de disminución en la puntuación de sueño saludable”. Además, añadió que “las personas con mal sueño tenían cerebros que, en promedio, parecían un año mayores que su edad real”.
El análisis profundizó en los posibles mecanismos biológicos que vinculan la falta de sueño con el envejecimiento cerebral acelerado, señalando a la inflamación como un factor clave. Dove afirmó que “nuestros hallazgos proporcionan evidencia de que la falta de sueño puede contribuir al envejecimiento cerebral acelerado y señalan la inflamación como uno de los mecanismos subyacentes”.
El estudio también consideró otros factores, como el efecto negativo de la privación de sueño en el sistema de eliminación de desechos del cerebro, que funciona principalmente durante el descanso nocturno, y la influencia de la salud cardiovascular en la función cerebral. A pesar de que la relación entre sueño deficiente y demencia está documentada, aún no se ha establecido si los problemas de sueño son causa o consecuencia temprana de esta enfermedad.
Investigaciones anteriores han vinculado el sueño deficiente con alteraciones cerebrales observadas en resonancias magnéticas, como atrofia, adelgazamiento cortical y reducción del volumen hipocampal. Sin embargo, había poca evidencia sobre la relación entre el sueño y la edad cerebral estimada, así como sobre los mecanismos biológicos implicados, un vacío que este estudio comenzó a abordar.
Los resultados mostraron que la asociación entre mala calidad del sueño y mayor edad cerebral era más pronunciada en hombres y en personas menores de 60 años al inicio del estudio. En promedio, la brecha entre la edad cerebral y la cronológica aumentó aproximadamente 0,5 años por cada punto de disminución en la puntuación de sueño saludable, y la inflamación crónica mediaba más del 10 % de esta relación.
Entre las limitaciones del estudio, los autores mencionaron que utilizar datos del Biobanco del Reino Unido podría limitar la generalización de los resultados a otras poblaciones. Además, la evaluación del sueño se basó en autoinformes, lo que introduce un grado de subjetividad.
El estudio contó con la colaboración de la Escuela Sueca de Ciencias del Deporte y la Salud, la Universidad Médica de Tianjin y la Universidad de Sichuan, y fue financiado por diversas fundaciones y consejos de investigación.
Los investigadores concluyeron que una edad cerebral avanzada es un indicador temprano de deterioro en la salud cerebral. Relacionaron la falta de sueño con este envejecimiento prematuro y respaldaron la hipótesis de que dormir mal constituye un factor de riesgo para el desarrollo de demencia. Insistieron en la necesidad de futuros estudios para evaluar si mejorar la calidad del sueño podría prolongar la salud cerebral y cognitiva.