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Receta fácil: cómo hacer mermelada de durazno casera
Se acerca la temporada de duraznos y no hay mejor forma de aprovecharlos que preparando una mermelada casera, sin conservantes y con el sabor de lo hecho en casa.
POR REDACCIÓN
El durazno es una de las frutas más esperadas del verano y una de las mejores maneras de conservar su sabor durante todo el año es transformarlo en mermelada. Prepararla en casa es más simple de lo que parece y solo se necesitan unos pocos ingredientes básicos: fruta madura, azúcar y jugo de limón.
A diferencia de las versiones industriales, la mermelada casera no contiene conservantes artificiales y permite regular el dulzor al gusto. Además, es ideal para usar en tostadas, postres, tartas o para regalar en frascos decorados.
Ingredientes
- 1 kilo de duraznos pelados y sin carozo
- 600 g de azúcar (se puede reducir a 500 g si se desea menos dulce)
- Jugo de 1 limón
Preparación paso a paso
- Lavar, pelar y trocear los duraznos. Si la piel está muy firme, se puede hacer un pequeño corte en cruz en la base de la fruta, sumergirla en agua caliente por 1 minuto y luego pasarla a agua fría: la piel saldrá fácilmente.
- Colocar los duraznos en una olla grande junto con el azúcar y el jugo de limón. Mezclar bien y dejar reposar 30 minutos para que la fruta suelte jugo.
- Cocinar a fuego medio, revolviendo de vez en cuando para evitar que se pegue. Cuando rompa hervor, bajar el fuego y continuar la cocción entre 30 y 40 minutos, retirando la espuma que se forme en la superficie.
- Verificar el punto. Un truco clásico es colocar una cucharadita de mermelada en un plato frío: si al pasar el dedo queda un surco firme, está lista.
- Envasar en frascos esterilizados, cerrarlos bien y colocarlos boca abajo hasta que enfríen para hacer vacío.