País > Operativo de la PFA
Cayó una red de venta de vaporizadores que operaba en distintas provincias de Argentina
Una investigación de la Justicia federal de Morón y la PFA desmanteló una estructura que distribuía dispositivos descartables con extractos de cannabis a través de redes sociales, incautando 340 vaporizadores y más de $45.500 dólares.
POR REDACCIÓN
El mercado ilegal de la marihuana en Argentina ha experimentado un cambio notorio, pasando de los tradicionales ladrillos de hierba prensada a productos más sofisticados y modernos, como los vaporizadores electrónicos. Una causa de la Justicia federal de Morón puso el foco en esta nueva tendencia al desmantelar una red dedicada a la venta de estos dispositivos.
Por orden del juez Jorge Rodríguez, la División Precursores Químicos y Drogas Emergentes de la Superintendencia de Investigaciones contra el Narcotráfico de la PFA allanó 17 domicilios. Los operativos tuvieron lugar en Del Viso, San Nicolás, un country de Castelar y una serie de grow shops ubicados en Córdoba capital.
Los vaporizadores se han convertido en los protagonistas del nuevo mercado ilegal de la marihuana en el país. Estos dispositivos cuestan entre 75 mil y 90 mil pesos y son preferidos por los consumidores porque permiten fumar en público con "cierta reserva" y ofrecen un alto rendimiento sin humo.
A nivel global, la industria del cannabis de uso recreativo, legal en 24 estados de EE. UU., se centra hoy en estos vaporizadores. Sitios especializados estiman que la venta de estos aparatos acapara el 25 por ciento de un mercado que mueve 45 mil millones de dólares.
La red desmantelada ofrecía los vaporizadores de THC en posteos de Instagram, grupos de Telegram o disimulados en grow shops. La PFA incautó 340 dispositivos, 87 paquetes de gomitas de cannabis, 16 balanzas de precisión, 3,5 millones de pesos y 42 mil dólares. El operativo resultó en seis detenidos.
Un detalle novedoso de esta redada está en el contenido de los envases. Los 341 vaporizadores incautados combinaban nombres de cepas conocidas de cannabis con sabores de fantasía.
En lugar de contener THC (tetrahidrocannabinol) puro, las etiquetas indicaban la presencia de sus precursores:
- THC-A (ácido tetrahidrocannabinólico): No es psicoactivo en sí mismo, pero al ser calentado se convierte en THC.
- THC-P: Un cannabinoide que es un análogo más potente del THC.
Según un alto funcionario, aunque estas variantes sintéticas no están explícitamente nombradas en la ley argentina, están penadas porque la Ley de Drogas criminaliza la molécula misma de THC.