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El Centro de Gestión del Agua alertó que la sequía se agrava en San Juan

El Centro de Gestión del Agua presentó su 4° Informe de Coyuntura, que advirtió sobre el deterioro sostenido del sistema hídrico en San Juan.

Hace 10 horas

El 4° Informe de Coyuntura del Centro de Investigación, Desarrollo e Innovación para la Gestión Integral del Agua en el Árido (Cigiaa), titulado “Sequía hidrológica y socioeconómica en la provincia de San Juan: 5 puntos clave en la gestión del agua”, describió con precisión el escenario crítico que atraviesa la provincia. La falta sostenida de nieve en las cuencas altas de los ríos San Juan y Jáchal, inferior al promedio de los últimos 25 años, valida proyecciones científicas que desde principios de este siglo advierten sobre la disminución estructural de precipitaciones níveas en los Andes Centrales.

“Hay que empezar a tomar medidas ya, porque la situación es crítica”, dijo a DIARIO HUARPE Facundo Vita Serman, director del CIGIAA. “En el informe dejamos en claro que este año apunta a ser un año muy malo", aseguró.

La disminución de la oferta hídrica en San Juan se viene notando de manera sostenida. El análisis de los datos revela una tendencia preocupante: en los últimos 30 años, el módulo histórico de derrames del río San Juan, estimado en 1.900 hm³, se redujo a 1.544 hm³. Esta caída representa una disminución de más del 20% respecto al valor histórico. Y en los últimos 10 años, el aporte promedio anual se situó en torno a los 1.042 hm³, lo que equivale a apenas el 50% del valor histórico. A estos valores se suman otros factores preocupantes: retracción de glaciares, elevación de la isoterma de 0 ºC, caída de los niveles freáticos, salinización y contaminación de acuíferos.

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Frente a este panorama, el informe plantea que San Juan ya no enfrenta solo una sequía hidrológica, sino una sequía socioeconómica, cuyos impactos se expanden más allá del agro, afectando actividades cotidianas y estructuras productivas.

El diagnóstico: cinco síntomas de una crisis hídrica estructural

El Consejo Asesor Científico del Cigiaa —integrado por el INTA, INA-CRAS, Conae, la Universidad Nacional de San Juan y el Gobierno provincial— destaca cinco elementos críticos que configuran la emergencia:

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  1. Embalses en riesgo estructural, por cotas por debajo de niveles de seguridad y cese de generación hidroeléctrica. 
  2. Descenso y contaminación de acuíferos, por sobreexplotación.
  3. Riesgo en la provisión de agua potable, particularmente en el Valle del Tulum.
  4. Interrupción del flujo del río San Juan, que impide la recarga del acuífero y deteriora el ecosistema árido.
  5. Cortes prolongados en la red de riego, con fuerte impacto en la productividad agrícola.

 

Aunque la decisión del Ejecutivo provincial de destinar 800 hm³ al sistema de riego durante el ciclo 2024/25 mejoró las reservas superficiales, la presión sobre los acuíferos sigue en aumento. El modelo actual de gestión por oferta, con baja eficiencia (menor al 20% en riego gravitacional), ya no es sostenible.

Un nuevo paradigma: principios para una gestión integral del agua

Ante este contexto, el Cigiaa propone transitar hacia un modelo de Gestión Integrada de los Recursos Hídricos (GIRH), basado en principios rectores como el uso racional del agua, la prioridad del consumo humano, la planificación por cuenca, la equidad social, y el enfoque participativo, multisectorial y territorial.

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La clave está en reconocer al agua como un recurso estratégico, escaso y público, cuya conservación y uso deben responder a criterios científicos, técnicos y sociales.

Cinco ejes de acción para mitigar la crisis

El informe técnico presentado recientemente, propone una hoja de ruta estructurada en cinco grandes líneas de acción con metas escalonadas:

1. Incrementar la eficiencia del riego

Objetivo: pasar del 20% actual a un 60% de eficiencia global en el uso del agua para riego.

Metas a corto plazo:

  • Reformar el marco normativo para descentralizar la gestión del agua hacia organizaciones de usuarios.
  • Facilitar inversiones conjuntas en infraestructura para el uso combinado de aguas superficiales y subterráneas.
  • Promover alianzas con instituciones científicas nacionales e internacionales.

 

Metas a mediano plazo:

  • Implementar sistemas modernos de riego en distintas subcuencas.

 

Metas a largo plazo:

  • Consolidar una gestión eficiente en toda la superficie cultivada con derechos de riego en San Juan.

 

2. Elaborar balances hídricos por subcuenca

Objetivo: planificar con previsibilidad la distribución del agua.

Metas a corto plazo:

  • Realizar estudios de balances hídricos en las principales cuencas y valles: Calingasta, Ullum, Zonda, Tulum, Jáchal, Huaco, Iglesia, Pedernal y Valle Fértil.

 

Metas a mediano plazo:

  • Ampliar la red de monitoreo subterráneo.
  • Incorporar esta información en plataformas digitales de acceso público como UNIDE.

 

3. Proteger acuíferos y humedales

Objetivo: revertir la sobreexplotación y evitar la desertificación.

Metas a corto y mediano plazo:

  • Asegurar caudales ecológicos del río San Juan para recargar el acuífero del Tulum.
  • Censar perforaciones y controlar extracciones.

 

Metas a largo plazo:

  • Implementar un ordenamiento territorial que priorice la recarga natural y la protección de fuentes hídricas

 

4. Fomentar el reúso de efluentes

Objetivo: aprovechar el recurso hídrico presente en efluentes urbanos e industriales tratados.

Metas a corto plazo:

  • Reglamentar el tratamiento y reúso para agroindustria y restauración ambiental.
  • Exigir el uso de aguas grises para riego en espacios verdes.

 

Metas a mediano plazo:

  • Ampliar obras de saneamiento urbano e industrial.

 

Metas a largo plazo:

  • Restaurar ecosistemas degradados y reducir el uso de agua potable para riego urbano.

 

5. Educar y concientizar sobre el uso del agua

Objetivo: transformar la percepción social del agua en un bien limitado.

Metas a corto plazo:

  • Desarrollar un plan de comunicación que exponga la gravedad de la crisis hídrica.
  • Capacitar a productores sobre tecnologías de riego eficiente.

 

Metas a mediano plazo:

  • Incluir contenidos sobre el cuidado del agua en la currícula educativa de todos los niveles.

 

Corolario: una oportunidad para redefinir el modelo hídrico provincial

La transición hacia un modelo de gestión integral del agua no es solo una necesidad técnica, sino una decisión política y social ineludible. San Juan enfrenta una crisis sin precedentes, marcada por el agotamiento progresivo de sus recursos hídricos y el aumento de su vulnerabilidad ambiental, productiva y social.

Las acciones propuestas por el Cigiaa —que combinan innovación tecnológica, enfoque participativo, planificación territorial y educación ciudadana— no solo apuntan a mitigar la emergencia actual, sino a construir una provincia más resiliente, equitativa y sostenible.

El éxito de esta hoja de ruta dependerá de la articulación efectiva entre los distintos niveles del Estado, los sectores productivos, las instituciones científicas y la ciudadanía. Porque en San Juan, cada gota cuenta y el futuro se define en cómo se gestione hoy ese recurso estratégico llamado agua.

El desafío es enorme, pero también lo es la oportunidad.

Dato 1

El módulo histórico de derrames del río San Juan se estima en 1.900 hm³. Con 1.200, la provincia puede vivir, pero por debajo de ese número, hay que empezar tomar medidas.

Dato 2

Según pudo averiguar DIARIO HUARPE hasta ahora el pronóstico de derrame hídrico (estimado en 1.250 hm³), se viene cumpliendo a la perfección y estiman que para el 30 de setiembre se va a llegar con muy poco margen de error.

Dato 3

El documento fue enviado a los ministros de Infraestructura, Agua y Energía, Fernando Perea; y al de Producción, Trabajo e Innovación, Gustavo Fernández. 

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