Como Cristina, Alperovich cumplirá arresto domiciliario

El caso judicial de José Alperovich, exgobernador de Tucumán, volvió a ocupar el centro de la escena pública tras la decisión del juez Juan Ramos Padilla de concederle el beneficio de la prisión domiciliaria. El exmandatario, condenado el pasado 18 de junio a 16 años de cárcel por nueve hechos de abuso sexual contra una sobrina, cumplirá el resto del proceso en uno de sus departamentos en el barrio porteño de Puerto Madero, señalado en el juicio como escenario de los primeros ataques.

Ramos Padilla, quien dictó la sentencia en el juicio oral, accedió al pedido de la defensa luego de sucesivas negativas. En su resolución, el magistrado aclaró que se trata de un beneficio previsto por ley y no de un privilegio, y estableció una serie de condiciones estrictas para autorizar el cambio de régimen. Alperovich deberá portar una tobillera electrónica de monitoreo permanente, pagar una caución real de 400 millones de pesos y tiene estrictamente prohibido tener cualquier tipo de contacto con la víctima y su entorno.

El proceso judicial que llevó a la condena de Alperovich tuvo fuerte repercusión nacional debido a la gravedad de los cargos y a la figura política del imputado, quien gobernó Tucumán entre 2003 y 2015 y luego fue senador nacional. La denunciante, sobrina segunda del exmandatario y exempleada del Senado, expuso ante la Justicia una serie de episodios de abuso sexual ocurridos entre 2017 y 2018 en domicilios de Tucumán y la Ciudad de Buenos Aires. En total, el tribunal halló culpable a Alperovich por nueve hechos: seis de abuso sexual con acceso carnal y tres en grado de tentativa.

La joven denunciante relató cómo el acusado se valió de su posición de poder político y familiar para ejercer violencia sexual sistemática. Durante el juicio, el tribunal ponderó la relación asimétrica de poder, el vínculo de parentesco y la repetición de conductas en distintos contextos como elementos agravantes.

En su fallo, el juez Ramos Padilla dedicó un párrafo especial al rol de la víctima en el proceso: “No puedo dejar de destacar —una vez más— la actitud procesal de la víctima, quien a lo largo de todo este proceso ha demostrado una conducta ejemplar, guiada no por afanes de venganza, sino por la búsqueda de justicia y verdad”.

La prisión domiciliaria será cumplida en un departamento del imputado en Puerto Madero, barrio donde también ocurrieron algunos de los hechos denunciados. Por eso, la decisión judicial fue acompañada por una batería de restricciones: además del monitoreo por tobillera, Alperovich no podrá comunicarse por ningún medio con la víctima ni con su círculo cercano, ni realizar publicaciones públicas o menciones que puedan afectarla directa o indirectamente.

Aunque ya se encuentra cumpliendo la medida alternativa a la cárcel común, el proceso judicial no está cerrado: la defensa del exgobernador adelantó que apelará el fallo condenatorio, por lo que el caso pasará a una instancia de revisión. Mientras tanto, la pena de 16 años de prisión se mantiene vigente, al igual que las medidas accesorias dictadas en la sentencia.